En febrero de 2016 tuve la fortuna de visitar las ruinas de Palenque, en medio de la jungla mexicana. Conocí a Luis, Angel, Domingo y Blanca, cuatro chicos que viven en el ejido "El Naranjo", ubicado a unos kilómetros de las ruinas.
Conversamos, se mostraron muy curiosos por la fotografía, jugamos, sacamos fotos y de a poco nos acercamos al dibujo. "Yo no se dibujar" decía Luis. Pero entre charla y juegos, terminamos todos dibujando.
Intercambiamos dibujos y saberes. También me contaron de sus carencias. "Yo no tengo cuaderno" dijo Angel, el más rudo de la pandilla. "Hagamos uno de bolsillo" - y doblando una hoja A4 le enseñé cómo hacerlo.
Plantamos la semilla de la curiosidad, demostramos que todos podemos dibujar y que todos tenemos algo qué decir.

Aquí un pequeño registro de esta experiencia, que espero sea una entre muchas.
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